Desde que Flor de Huaraz le sacó la vuelta con un cantante, el gringo Karl ganó popularidad porque lo vieron como "pobrecito" y que "no le debieron sacar la vuelta". Y es que lloró en entrevistas diciendo que ella no lo había hecho pero al final sí fue así (la verdad, todo un rollo). Al final, Flor le pidió perdón y ahora son felices como lombrices.
Ha sido "objeto" de burla muchas veces tanto en programas de televisión como en radio, pero el gringo se hace querer y eso hay que admitirlo. Tiene algo que lo caracteriza como "freak" pero su rostro da gracia y creo que es por eso que todos lo "bacilamos".
Es un hecho que este hombre se va a quedar en el Perú por un buen rato, para gusto y disgusto de las personas
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