A quien no le ha pasado que sube a la combi y escucha música, solo que esta no proviene de la radio del chofer. No, no no. Proviene de un chico sentado en la última fila, al rincón, con sus audífonos puestos escuchando melodías a full volumen.
¿En serio? ¿Qué tan fuerte pueden escuchar su música? Y la mayoría de veces, por no decir todas se trata de metal, punk, rock, y todas sus variedades. Nadie escucha música clásica tan alto. Puede que ayude a no escuchar el ruido pesado de la ciudad pero es el colmo.
Una ves, estaba yo en la combi y me puse a escuchar música fuerte. Me quité los audífonos y vaya que sonaba fuerte. Ahí es cuando empezamos a cantar en la combi y hacemos roche porque pensamos que nadieeee nos escucha (cuando hasta el perro de la calle lo hace).
Este personaje, el músico, nunca falta en el típico bus o combi de nuestra Lima Metropolitana. Cruzarnos con uno de ellos es común y nos resulta ya de la vida diaria. Quizás se nos pegue su costumbre pero si es que es así, hay que acordarse de no cantar ni gritar ni hablar. Romperemos el oído de las personas por hacerlo tan fuerte.
1 comentarios:
tambien están los que conversan por nextel, que lo hacen gritando, y escuchamos toda la conversación.
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